Cinco años hace que lo había aparcado. Allá quedan muchos momentos, aventuras, locuras, de un pasado marcado por la inexperiencia y la ingenuidad de la aquí presente en pruebas de las que fui partícipe y de las que me llevaba la más grande de las satisfacciones.
Hoy asumo el reto de un buen y recién amigo. Y aquí me encuentro, con otra de mis grandes pasiones que es la escritura. Qué mágico esto de poder expresar con palabras los sentimientos más profundos, los que te queman por dentro o te hacen bailar de alegría. Qué único esto de transmitir mi yo interno sin temor, sin tapujos, ni vergüenza. Que lo único importante sea expresar, liberar el alma hasta sentir que lo has sacado todo. Quedándome en paz conmigo misma. En calma, sosegada y con la sensación de que ya está todo dicho.
Pues a ello vamos. El reto: describir mis sentimientos, afrontarlos y superarlos. A parte se ha venido el chico muy arriba y me ha pedido que también los pinte y la pirómana de al lado que después los queme... Vaya dúo! No tienen desperdicio! Aunque tampoco me parece tan descabellado esto de reflejar mis sentimientos y poder gestionarlos.
Bueno, pues vamos a intentarlo.
Qué es lo que siento?
Rabia, impotencia, desesperación, desasosiego... pero sobretodo mucha tristeza. Intenta superar todo esto y concédele al mundo la mejor de tus sonrisas! Tú lo harías? Igual sí. No discuto lo contrario. Yo, no!
Para mí el 2024 acabó siendo un año catastrófico. Un cúmulo de malos momentos se agolparon, peleándose por ser el primero en empezar a ensañarse. Te ves fuerte y vas sorteándolos pero en el momento en que te alcanza el primero... ya no hay vuelta atrás ni piedad para detener el combate. Me tocó endurecerme y afrontar duros momentos, buscar salidas y seguir sonriendo para transmitir que todo estaba controlado. Control, qué gran palabra! Ella expresaba todo lo contrario de lo que estaba sucediendo. Todo iba en caída libre y sin frenos. Y el problema no era caer sino evitar la caída de ellos. Protegerlos, transmitir tranquilidad, felicidad... cuando lo único que brotaba de tu ser era dolor y desesperación. Pero seguía luchando contra corriente. Porque aunque no lo parezca me considero una persona super luchadora. Eso no me lo puede negar nadie. Con miles de defectos, pero luchadora.
En esa pelea sinsentido me desgasté y tuve que priorizarme. Nunca lo había hecho. Jamás. Siempre me importó más el bienestar de todos que el mío propio. Si ellos estaban bien, yo estaba bien. Qué gran mentira! De verdad que no. Paradojas de la vida que te abren los ojos de la manera más cruel y efectiva. No cielo, si tú no estás bien, nada estará bien. Te consumirás, te alejarás, huirás para simplemente poder respirar. Nada va bien. Pero aún así te aferras a un futuro de esperanza, una esperanza que sólo está presente en tu mente, algo tan ficticio como deseado. Otra gran mentira... Si lo deseas con muchas fuerzas... lo conseguirás. No, no es verdad. Falso. Respuesta errónea.
Y al final con un mar de dudas, llena de incógnitas y muchísimos peros decides que tú también importas. Que eres merecedora de un algo mejor. O simplemente deseas un poco de paz.
Te haces fuerte y plantas un "basta"! Hasta aquí. Ahora me toca a mí. No vamos a desear grandes cosas, eso no va conmigo, o tal vez sí! Deseo... tranquilidad, reconocimiento, cariño, felicidad... Si me pongo a pensarlo fríamente... Todo esto es impagable. Pues sí, deseo a lo grande. Y que por pedir no quede.... Si a todo ello le sumamos miles de sonrisas... Ya sería lo más!
Pero siendo realistas... vuelvo a afrontar el recién empezado 2025 con nuevos frentes. Sigo sorteando nuevos y antiguos obstáculos. Sigo con sinsabores y momentos difíciles. Sigo aprendiendo a encararlos y encajarlos.
Y ahora, consciente de la magnitud de mis decisiones, me planto ante ellas y me preparo para las embestidas del oleaje que se prepara. Las consecuencias no van a ser fáciles ni dulces. Se presagian malos momentos. De hecho la lucha a comenzado. Espero que la vida tenga un poco de piedad y pueda salir airosa y fortalecida de esta nueva realidad.
No va a ser fácil ni me lo van a poner fácil ni tampoco soy consciente de cuánto tiempo pasará hasta que vuelva a brillar el sol. Lo único que tengo claro es que cueste lo que cueste volveré a tomar el timón de mi propia vida. Que todo lo que me está hundiendo se irá debilitando para dar paso a un nuevo comienzo. Y aunque aquí también existan incertidumbres, ahí estaré preparada para afrontarlas, aliarme con ellas y caminar de la mano hacia un futuro diferente. Ahí, en ese momento, seré imparable!