ÉL (JOSE OLMOS) y YO
Quién me iba a decir que el 2023 me tenía preparado la mejor de las casualidades, que decidiera fijar la fecha y se le antojara que el primer día de Julio era la ocasión perfecta para presentarnos, en aquella andaina que se celebró en una calurosa tarde de verano, poner su pequeño grano de arena para ser el inicio de muchísimas aventuras, haciendo que Sandiás se convirtiera en el gran aliado y pusiera ese punto de encuentro a nuestra disposición y así conocer a la persona más dulce que ha entrado en mi vida.
Allí entró en mi mundo un ser cargado de mucha vida, allí se unió a nuestra locura una persona llena de ilusiones y con ganas de comerse el mundo a bocados. Fue un torbellino que se interesaba por nuestras salidas, se unía a ellas y nos deleitaba con esa mirada transmisora de felicidad. Nos inundaba de risas aunque también nos escudriñaba intentando comprendernos. No le costó nada integrarse. Ahí se unieron nuestros caminos. Él entró a formar parte de nuestra pequeña familia. Entró para quedarse, para sumar y sobretodo para aportar alegría. Se ganó nuestro corazón.
Salida a salida hacía que su compañía se hiciera indispensable, dejando un gran vacío cuando no lo hacía. Yo cambiaba completamente cuando ésto sucedía. Me faltaba algo, no me sentía al cien por cien. Un año me costó averiguar por qué. Un año en el que hizo una pausa. Se fue sin previo aviso. Él sabía que nuestras puertas siempre estarían abiertas para acogerlo si decidía volver. Así pasó. En aquel momento comprendí por qué su ausencia creaba tanta añoranza en mí. Me asusté. Tuve miedo. Intenté calmar la cabeza para que asumiera su papel y frenara al corazón.
Cada momento compartido se convertía en un gran recuerdo, cada palabra dicha, cada sonrisa, cada mirada...
Me sentía pequeñita, observando algo tan grande, tan inalcanzable, tan perfecto...
Algo cambió en mí, no sé en qué momento, no sé qué es lo que me llevó a eso, no lo recuerdo. Cuándo me levanté. Cuándo en mi mirada volvió a aparecer la ilusión, en mi cuerpo el hormigueo de los nervios cuando lo tenía delante. Cuándo dejaba de tener control sobre mi cuerpo. Se congelaban mis manos aún estando en el infierno de calor que nos brinda mi linda ciudad.
Me hice tremendamente vulnerable, porque en esta fase de la vida, eso es lo que sucede. Me asusté más si cabía. Rogaba al destino que me ayudara a no sufrir demasiado mientras averiaguaba si existía la más mínima posibilidad de poder tocar su corazón. Respirar con normalidad cerca de suya se hacía difícil. Lo eclipsaba todo.
El mundo es de los valientes, no? Pues yo quise soñar con su amor bonito. Yo quise que mi sueño se hiciera realidad. Yo lo quise a él. Conocerlo se me hizo indispensable. Y la vida me hizo el mejor de los regalos: él.
Poco a poco comenzamos a escribir nuestra historia. Día a día sumamos momentos juntos o en la distancia, pero nuestros. El amor se convirtió en nuestra mejor fortaleza para sobrellevar nuestras vidas. Nos apoyamos en momentos difíciles. Nos reímos a dúo disfrutando de las casualidades de la vida. Confidentes, amantes, compañeros... todo ello somos él y yo.
Jose Olmos, mi Sr. Olmos, contigo lo quiero todo, tu compañía, tus abrazos, tus besos. Quiero estar a tu lado en las buenas y en las malas. Quiero que me permitas amarte e intentar hacerte feliz.
Eres el claro ejemplo de que el amor existe y que luchar por él puede llegara ser la mejor de las decisiones.
Te quiero bonito 😘❤️😘