19/04/2015
Una idea que se me hace atractiva me ronda por la cabeza. Sopesando pros y contras las razones se me agolpan.
Las emociones y el nerviosismo ante lo qué podría ser el disputar un mini trail vencen.
Al final, la inscripción está hecha. Será divertido.
Domingo madrugador. Saltamos de la cama con las pilas cargadas y muchas ilusiones.
Serán 50 minutos los que nos separen de la comarca situada al sureste de nuestra ciudad. Después de 72 km divisamos el Castillo de Monterrey que nos da la bienvenida impasible y señorial.
Aparcados ya, nos disponemos a recoger los dorsales en el Pabellón de Verín.
Muchas caras conocidas que me saludan.
Creo que ha sido una decisión acertada.
Gente de mi equipo también se han animado en participar en este trail (Abellás, Nito, Cruz, Olalla y yo). En mi cara se dibuja una sonrisa.
Falta poco para empezar y aún tenemos que ir hasta Cabreiroá, lugar en donde se efectuará la salida. Allá vamos, acompañada de Nito, Sonia y Mónica.
A las 11.30 comienza todo. A medida que avanzamos nos enteramos que en vez de 12 km serán casi 16. Suspiro. Respiro. Me hago a la idea.
Nos informan de que la carrera discurrirá en parte por la ruta "dos carros" y el objetivo será la cumbre de Montemaior.
El circuito se hace casi todo por pistas, caminos de montes que recorremos a imitación de cabritas. Tobillos doloridos (la próxima vez me los vendo). Piernas castigadas. Subir, subir y seguir subiendo. Mi cabeza sólo piensa en cómo será la bajada y en qué momento.
Vi la catarata. Bonito paisaje. Es casi lo único que pude apreciar en contra de lo que me decían los chicos de protección civil.
Última subida. Un cortafuegos. Brutal. Mis piernas parecen paralizadas. Mi cabeza puede más. Metros de adaptación a un terreno llano y bajada. Y qué bajadas. Me lo paso pipa. Jeje.
Detrás oigo a las chicas. No paro por miedo a no poder seguir. Las piernas pesan. Las dejo ir solas. Y entonces... se me acaban las cintas indicadores de camino. ¿Hacia dónde voy? Sí. Estoy perdida. ¿Y ahora? Protección Civil estaba cerca, nos indica por donde seguir. Acabamos la zona de bosques y llegamos al asfalto, señal de que todo está acabando. Ahora las chicas (Sonia y Mónica) van delante. Estamos de vuelta en Cabreiroá. Dos kilómetros y llegamos a meta. Ya se puede oír a la organización. Última esquina y adelanto a Mónica. La adrenalina fluye y a pocos metros de cruzar esa tan deseada línea adelanto a Sonia en un magnífico sprint. Ha sido estupendo correr con vosotras. Lo he vivido a tope.
Ha dolido mucho pero ha merecido la pena. ¡Tenemos que repetir chicas!
Busco a los míos. Ahí están, como siempre, arropándome. Después de dos horas y dos minutos vuelvo a abrazarlos. Sois los mejores.
Duchita reparadora y a comer!!!
Ha sido estupendo compartir mesa con cuatro grandes familias (la de Cruz, la de Nito, la de Mónica, la de Sonia y dos chicos más) y todos nuestros hijos. Me llevo un gran recuerdo.
Muchas gracias a tod@s.
lunes, 20 de abril de 2015
V MINI TRAIL POZO DO DEMO
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