L09/05/2015
Éste será un sábado distinto. Será un sábado de competición.
Después de una semana de tiempo poco agradable se pronostica tiempo favorable.
Estoy ilusionada porque seré partícipe de la primera carrera que se celebrará en La Barrela. Cuántos recuerdos guardados que se mezclan en mi cabeza. Desde niña ya corría por sus calles. Iba y venía a ese colegio que en breve desaparecerá para convertirse en un geriátrico. Fue el primer colegio gallego en acogerme. Vivencias que quedarán dentro de mi para siempre. Para el recuerdo.
Espero que el reloj no se haga muy de rogar y me den las 15:00 rápido. Estoy impaciente. Nerviosa. Ese gusanillo hoy no me deja. Tengo que apurarme, vamos casi a contrarreloj. Tiempo justo. Comer, vestirme, ir a recoger a Ánxela...
Paso del primer paso, tengo el estómago cerrado, no me entra nada. ¡¡¡Vámonos!!!
En media hora llegaremos al destino. Un montón de coches que se concentran aparcados a los lados de las aceras nos indican que algo está pasando. Nada más estacionamos ya vemos que Jesús Bernal también nos acompañará. Increíble.
La Barrela va llenando sus calles de atletas. A algunos los conozco, otros me resultan conocidos y otros no me suenan de nada pero todos estamos aquí para disfrutar de esta primera edición, apoyando esta iniciativa y esperando que se afiance y dure muchas temporadas más.
Vamos allá. Como está siendo costumbre empezamos las competiciones con Jorge, cada día más suelto. Qué ilusión. Vamos cariño. Al final consigue un segundo puesto como chupete recibiendo medalla y trofeo que le entrega el Exclmo Alcalde de La Barrela.
A las 17:10 empieza Miguel sus 400 metros luchando por adelantar puestos. Lo sufre, lo intenta. Qué orgullo. Al final consigue una medalla, al igual que todos los prebenjamines, muy merecida. No hay que olvidar que lo importante es participar y, si se puede, terminar.
Momentos después será el turno de la princesa de la familia, Ánxela. Esta vez nos acompaña. Se la nota nerviosa aunque quiera aparentar lo contrario, ya es mayor. No puede ser de otra forma, una luchadora, le viene de familia. Corre, corre mi niña. Gritamos intentando animarla. Ya casi en línea de meta consigue el tercer puesto como alevín femenina. Increíble. Por estos momentos ya ha merecido la pena venir. Estos instantes vividos serán inolvidables.
Comienzo el calentamiento no muy convencida de lo que va a pasar. Aún así no cejo en mi empeño. Intento averiguar algo sobre el circuito que nos espera aunque no lo consigo. Lo único que tenía claro eran las zapatillas que tendría que llevar por publicaciones en el Face. Zapatillas de trail.
Al final decisión errónea. Lo pagué. Ya en el calentamiento los pies me ardían. Sólo pedía que respondieran en el terreno. No lo hicieron.
Las 18:00, nos colocamos y... vamos allá. Hace calor. Primera carrera con altas temperaturas. Comenzamos con las carreras de verano. Iré adaptándome poco a poco.
Vamos saliendo de las calles de La Barrela para adentrarnos en el monte, caminos de tierra, senderos... Terrenos inestables.
Subimos, bajamos, lucho por mantener un ritmo decente, fracaso. Lo intento y lo intento. No puedo. Al final me conformo. Simplemente intentaré terminar.
Las piernas pesan, las zonas inestables junto con el barro no ayudan. No veo las zapatillas. Ya no lucho por sortear los charcos. Los uso a modo de limpieza y para enfriar los pies.
Una vez cruzamos el último riachuelo comienza la dura subida dirección a meta. Queda mucho por ascender. Se me hace interminable. Estoy agotada pero sigo aunque sea andando. Paso a paso va quedando menos.
Último esfuerzo, con los ánimos de Erik Alfonso y ya en la cima prosigo a trote hacia la meta. Queda menos de un kilómetro y las fuerzas parecen volver.
Vuelve la energía. Corro hacia al arco de llegada, hacia el calor de los míos y también porque estoy deseando sacarme estas zapatillas de una vez. Jeje.
Aquí estoy. Lo conseguí. Dolió mucho pero lo logré. No estoy contenta con lo obtenido pero me conformo.
Una ducha reparadora y a reponer fuerzas. La organización junto con el Ayuntamiento nos invitan a comer empanada, queso, tarta...
Un trato estupendo hacia el corredor y los acompañantes. No esperaba menos. Ha estado muy bien.
Nos vemos en la siguiente.
Gracias a Erik Alfonso por las fotos.
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